lunes, 19 de enero de 2015

...ES CUESTIÓN DE HALLAR LA VIBRACIÓN QUE NOS PERMITA LA RECONEXIÓN

Puede parecer de locos si digo que todo en nuestra vida es cuestión de VIBRACIÓN, de ponernos en perfecta sintonía con nuestro Ser y conseguir así una reconexión entre nuestro Cuerpo-Mente-Espíritu. No obstante, a lo largo de esta maravillosa exposición uno puede demostrar, más que de sobra, su perfecta cordura y que no podría ser de otra forma cómo uno mismo puede hallar ese lugar en su interior en el que se fraguan todos los milagros que suceden a diario.

Y es que al igual que la mente es capaz de estar conectada al cuerpo para controlarlo, guiarlo, conseguir su supervivencia y hacer que se exprese y reaccione según los factores externos que capta e interpreta a través de los sentidos, también el Espíritu se encuentra en conexión con el cuerpo, haciéndolo igualmente a través de la VIBRACIÓN. Pero es precisamente esa conexión la que casi todos hemos perdido y olvidado hoy en día; es exactamente esa la que nos interesa recuperar y tener muy presente en nuestras vidas. Es así que el ser humano permanecerá incompleto mientras no consiga restablecer ese vínculo, y resulta ser este el papel que nos toca desempeñar a todos ahora, justo en estos tiempos en que tanta agonía y sufrimiento se está manifestando en las vidas de la gente; precisamente ahora, que tanto estrés y agitación hemos añadido innecesariamente a nuestra existencia, en este tiempo en que tanto se busca evadirse de las preocupaciones e intentar ser feliz a toda costa, pero que parece no conseguirse. ¡Oíd bien!, pues sólo basta con el propio reconocimiento de esta idea y un acto de voluntad para darle un giro a los acontecimientos y solventar el grave problema que durante tanto tiempo viene afligiendo al hombre.

Hemos de ser conscientes que quien busca su perfección y su crecimiento como persona en este mundo, ha de tener claro cuál es el mecanismo correcto a utilizar, cómo llevarlo a cabo y dónde hallar su guía. El Espíritu siempre ha estado, está y permanecerá continuamente en comunicación con nosotros, pero somos nosotros los que, como ya decía, permanecemos ignorantes a su llamada sin poder escucharle y vivir en su presencia. Debemos "SINTONIZAR nuestra radio interior". Es más, te diré que toda manifestación dependerá de la sintonización que consigas realizar en base a lo que sientas.

"¿Y cuáles son las vibraciones exactas que nos hacen sintonizar con el Espíritu?" - te preguntarás. Pues te diré claramente que las vibraciones positivas, las que vienen motivadas por pensamientos positivos y por sentimientos puramente constructivos, siendo el amor la más intensa de esas vibraciones, la más duradera y positiva que existe. Es a través del amor que el mundo evoluciona, crece, se expresa, vive... Cuando poseemos y sentimos este amor, esa "radio interior" se pone en marcha con una energía imparable y perdurable, capaz de sintonizarnos con la fuente de toda la creación; y todo lo que anhelamos manifestar en nuestras vidas podemos darlo por sentado y cumplido, pues se hará visible incluso de forma inmediata, si tan intensa y firme es nuestra proposición.

LA ARMONÍA CON TODO LO QUE NOS RODEA 
ES LA VERDADERA CLAVE.

Se trata de poner en concordancia, ajuste o conexión nuestros pensamientos y sentimientos en relación a aquello que deseamos manifestar.

¿Por qué entonces hay tanta gente que todavía no restablece su conexión y sintoniza de nuevo con la armonía y la paz que le son ofrecidas, evitando así toda situación indeseable de frustración e infelicidad en su vida? Pues sencillamente porque no aceptan esta verdad, se resisten a creer que todo esto sea cierto. Asimismo, tampoco asumen que lo que realmente provoca esa desconexión y ese distanciamiento entre Cuerpo-Mente-Espíritu es el nerviosismo, el estrés, la preocupación, el temor. Cuando emitimos un pensamiento negativo, éste interfiere rotundamente en el ritmo que nos conecta al Universo. Digamos que altera esa sincronización que es necesaria entre ambas partes para conseguir la perfecta unidad. Al mostrar preocupación, mentalmente pensamos en el advenimiento de numerosos problemas y situaciones indeseadas que nos podrían ocurrir; al igual, sintiendo nerviosismo lo único que conseguimos es un distanciamiento aún mayor de aquello que realmente deseamos. Será como emprender una carrera de sacos posicionándonos de espaldas y cuesta abajo, en la que lo único que conseguiremos será ir lentos, no visualizar nunca la meta y terminar por tropezar y caer.

¿Y Tú? ¿Deseas lograr tu RECONEXIÓN?


"BUSCABAS EN LUGAR EQUIVOCADO"
José María Zaragoza  Hernández
  

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